martes, 15 de junio de 2010

STENDHAL

Cuando yo era muy joven leí las dos obras más conocidas de este autor, La Cartuja de Parma y Rojo y Negro. Era tan joven que apenas capté el espíritu de las obras; bueno, a decir verdad ni el espíritu ni otras muchas cosas. Para mí, aunque disfruté leyéndolas, eran dos novelitas rosas que describían la sociedad de la época, pero hablando fundamentalmente de amoríos tipo Jane Austen. Por eso, después, cuando leía u oía comentarios tan elogiosos sobre este autor, siempre pensaba que eran exageraciones.

Muchos años más tarde, durante mi estancia en Albacete, conocí a Juan Bravo, entonces -no sé si continuará- director de la publicación literaria Barcarola. Este Juan, con el que trabamos Daniel y yo bastante amistad era un auténtico admirador y seguidor de Sthendal, por no decir "adorador". Impartía literatura francesa en la Uclm y nuestras charlas casi siempre versaban sobre este asunto. Desde entonces, finales de los ochenta, me había propuesto releer a este autor y, además, pensaba hacerlo en francés pues tenía duda de si sería mi falta de madurez o la mala traducción lo que me había impedido apreciar la riqueza de sus obras.

Este año, a principios de enero, aprovechando el regalo de reyes de un e-reader empecé por fin a leer Le Rouge et le Noir en su lengua original. Cuando estaba llegando al final de la primera parte, el ebook tuvo un accidente y perdió toda la información que contenía. Ante este contratiempo, intento retomar la lectura en papel, en una edición antigua que, casualmente, acababa de llegar a mis manos. Pero como suelo leer en la cama, los caracteres sumamente pequeños se veían mal en esa edición amarillenta ya por el paso del tiempo. Así que esperé al arreglo del aparato que me permitía leer en un tamaño de letra elegido. Pero estaba visto que no iba a ser tan fácil. Una vez arreglado y cuando acababa de leer los primeros capítulos de la segunda parte, vuelve a ocurrir lo mismo: de pronto, toda la información desaparece. Espero unos cuantos días pero el libro electrónico no acababa de recuperarse y mi curiosidad ya no podía esperar más. No me quedó otra opción que recurrir a la edición de 1954 para seguir las vicisitudes de Julien Sorel. Aunque valoro mucho los avances de la técnica, tengo que confesar que me daba mucha tranquilidad pensar que mi libro, aunque de letra pequeña, amarillento y casi deshojado, iba a estar esperándome, sin fallar, en la mesita de noche. Hace unas semanas que por fin he terminado la novela y ahora comprendo toda la fama, merecidísima, de Marie Henri Beyle, alias Stendhal.

En efecto, Le Rouge et le Noir (Rojo y Negro) aparecida en 1830 no es ninguna "novelita rosa", como creí en mi adolescencia, es mucho más. Es un fresco de la sociedad burguesa de mediados del siglo XIX que presenta en su argumento un conflicto entre la razón y el corazón. Stendhal se sirve del protagonista, Julien Sorel, y de los diferentes ambientes por los que se mueve a lo largo de la novela para representar las ambiciones de su época y las contradicciones de la sociedad de clases. En definitiva, es una crónica analítica de la sociedad francesa en la Restauración.
Hay que destacar la prosa poderosa del autor, el estilo directo y objetivo de la narración y el análisis psicológico de los personajes.

El "Rojo" y el "Negro" del título aluden al uniforme militar y a la sotana del sacerdote respectivamente.

Ni que decir tiene que la recomiendo.

2 comentarios:

  1. Maluca, este es el libro clásico del que se suele pasar, a fuerza de verlo citado en todas partes. En muchos casos, una segunda lectura y sobre todo, con algún año más (no muchos) sirve para captar muchos más matices.
    Después de leer tu comentario he sentido ganas de leerlo

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  2. Voy a imitar a Nieves, y también me voy a poner a leerlo en breve. Se nota que los de Barcarola y sus ratos ejercieron su influencia

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