miércoles, 3 de noviembre de 2010

R O B O

El ejercicio era el siguiente: tenéis que imaginar que podéis quedaros con algo ajeno tranquilamente. Podéis robar, engañar, etc., con la seguridad de que nunca vais a ser descubiertos. A mí me salió lo que sigue:

.o0O0o.

Alguna vez había soñado (¿o lo había pensado?) que me encontraba en la cueva de Ali Babá o, al menos, lo que yo imaginaba que sería esa cueva: una habitación repleta de cofres con todo tipo de joyas, piedras preciosas de todos los colores y tamaños y cientos, miles de monedas de oro tiradas por aquí y por allá, en completo desorden. Seguramente esa idea provenía de alguna ilustración perteneciente a alguno de los cuentos leídos en mi niñez.

Bueno pues ahora ese sueño se había convertido en realidad. Tenía todas esas joyas y monedas a mi alcance. No eran tantas ni tan brillantes, pero sí había una buena cantidad ofreciéndose en los cajones abiertos de aquella mesa antigua de despacho.

Nadie podía suponer que yo estaba en ese momento en esa habitación. La llave había llegado a mis manos de forma anónima y un tanto rocambolesca, así que si yo decidiera quedarme con un buen montón de monedas y “piedrecitas” nadie, nunca, pensaría en mí. Además, y muy importante, llevaba sitio de sobra para camuflarlas. Sí, decididamente me las llevaría conmigo.

Empecé a llenar la bolsa con decisión mas, a medida que se completaban suss recovecos, me empezaron a asaltar algunas dudas: ¿qué haría con todo eso? Estaba claro que tendría que convertirlo en dinero contante pero ¿cómo?, ¿adónde lo llevaría?

Nunca había hecho una gestión así, no sabía a quién dirigirme y lo más seguro es que dejara rastro. Ese rastro se haría bien visible y su conocimiento llegaría a oídos de mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo… No, finalmente no podía hacer aquello. Comencé a vaciar la bolsa con parsimonia mientras seguía dándole vueltas al asunto. Siempre había sido un poco cobarde, además de pesimista. ¿Por qué tendrían que enterarse? ¿Por qué tendría que acabar mal? ¿Es que acaso no me podía salir algo bien alguna vez? Tenía que cambiar mi forma de pensar.

Lentamente volví a coger los puñados de monedas y gemas (ahora ya estaban mezcladas) y a introducirlas de nuevo en la bolsa, pero un hormigueo extraño empezó a agarrotarme los dedos y a subirme hacia las muñecas. Mis brazos de pronto se volvieron pesados, de manera que tenía que poner todo mi empeño para que me obedecieran. La tremenda fuerza ejercida me producía sudores. Mis miembros ya apenas me obedecían. En un supremo esfuerzo traté de limpiarme el sudor de la frente y el golpe que yo misma me propiné acabó despertándome.

9 comentarios:

  1. Una situación difícil que has sabido solucionar al ser solo un sueño.
    Te felicito.

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  2. ¡Yo soy honrado! Esta afirmación que algunos y algunas hacen con frecuencia, sobre todo cuando se afea la conducta de alguien que no lo es, está asentada de forma general en la creencia personal, de la conducta o condición de quien la dice..... pero muchas de estas personas no han estado nunca en la situación de poder delinquir con impunidad.Sólo quienes han estado en esa situación saben a ciencia cierta si son honrados o no.

    De todas formas en el 90% de lo casos finalmente se sabe quien es cada cual.

    Te propongo dos ejercicios nuevos:

    - ¿Serias capaz de matar? No valen los conflictos armados.

    - ¿Cómo determinar quien es de verdad amigo en realidad?

    Prometo que yo los haré después también.

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  3. Amigo Germánico: para los ejercicios que me propones, hay que estar en la situación que indicas para poder contestar. Yo, a la primera pregunta no te sabría contestar porque me tendría que ver en ese momento (por ejemplo para salvar mi propia vida o la de un ser muy querido) a la segunda, te digo lo mismo pero a la inversa: esos que tú crees tus amigos tendrías que verlos en situaciones comprometidas para comprobar si de verdad lo son. Te invito yo a mi vez a que hagas tú el ejercicio (a mi también me gusta leer) ;D

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  4. Gracias Rafaela, la verdad es que encontré la manera de salir por la tangente...

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  5. Yo no tendria ningún remordimiento, sí en algunas situaciones tubiera que matar a uno...

    Ejemplos: si veo a uno estuprar a una hija mia, si veo a uno maltratar a mi madre, si veo a uno matar a otro sin ninguna razón, etc...

    Determinar quien es tú amigo, creo que es muy fácil....: Amigo es el que esta contigo en los peores momentos; amigo es el que te critica en el momento correcto, pero esta a tú lado; amigo es el que sabe decirte NOOOOOOOOOOOOOO, cuando solo quieres escuchar SIIIIIIIIIIIII....

    Manuela, creo que tengas razón cuando dices, "hay que estar viviendo la situación", pero cada uno es capaz de imaginar algunas situaciones en que es capaz de pasar sus limites de normalidad....

    Por suerte, yo se quien son mis verdaderos amigos; no necesito estar con ellos a todo momento, pero se que estaran conmigo cuando necesite, él inverso tambien es verdad....

    Carlos Gimenez Coleto

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  6. Amiga Maluca, permite que utilice tu territorio para contestarte y de paso contestar a quien da su opinión sobre las dos cuestiones que te planteaba, me siento un poco usurpador de territorio, me acojo a la frase (a mí también me gusta leer)para tomarme esta licencia.

    En cuanto a la primera cuestión la respuesta correcta es:Todos y todas somos capaces de matar. ¿Cuándo? Todos aludimos a la frase "Bajo ciertas circunstancias" además nos imaginamos que en "esa circunstancia" tendremos capacidad para hacerlo, casi nadie imagina que puede estar reducido e incapacitado. La realidad es la "presión" lo que hace que nuestro otro yo haga realidad lo que tantas veces hemos imaginado,todos los seres con vida animal, en un momento dado son capaces de atacar y hacer daño (si coges una hormiga, como pueda te morderá) el ser humano no es una excepción. Por regla general siempre lo hacen "hacemos" bajo presión.... cada uno/a tenemos un límite, cuando se pasa,la presión se hace insoportable, matar es muy fácil, casi una liberación.

    Para la segunda cuestión, la de los amigos, imagina esta situación: Tu vida está en peligro real y necesitas ocultarte. ¿Donde lo harás? ¿En quienes puedes confiar?..... Coge un folio y apunta los nombres de las personas que consideras que son tus amigos reales.... No son tantos los que puedes escribir en el papel.... pongamos que sean 10/15, de esos tienes que apartar aquellos a los que no quieres perjudicar, son los que más te "importan a ti" tras esta criba ¿Cuántos quedan? 5/7 ya ha sido un impacto determinar quien te importa a ti hasta el punto de no ponerles en riesgo,ahora se trata de aquellos/as que se la jugarían contigo porque de verdad tu les interesas, es una decisión egoísta, comienzas a descartar los más débiles, al final te quedará de la lista uno/a o dos, son los que están dispuestos a jugársela por ti, son los más fuertes, los mejores, aunque para ti, no sean especialmente importantes.

    Este ejercicio es muy saludable,por supuesto jamás comuniques los resultados a nadie, este es un país civilizado y nunca se sabe.

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  7. Germánico, me encanta que utilices "mi espacio". Creo que estamos de acuerdo y nuestras miradas son muy parecidas. A la primera pregunta, ya ves que te decía "no te sabría contestar" porque es verdad que hay que estar en ese momento preciso y, como tú muy bien dices, a veces no se reacciona como uno cree que va a hacerlo. En cuanto al segundo ejemplo que pones, queda después comprobar la voluntad de esos amigos que tú crees que sí te van a dar cobijo: ahí pueden surgir las sorpresas. He vivido varias experiencias que tienen mucho que ver con tu ejemplo (ya sabes, clandestinidad, tiempos difíciles...)

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  8. Si hay que "matar" a alguien, yo lo hago, ¡a vosotros dos, Maluca y germánico! pero solo un poco, para que sigais contando cosas y poder saber que es lo que hay al otro "lado"; eso si, la muerte será indolora, como por ejemplo con un ataque de risa o algo parecido. Os quiero a los dos y a casi todos los que se asoman por este "bloc".

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  9. Creo que puedo hablar por Germánico y "casi" todos los que se asoman por aquí y decirte: nosotros también te queremos.

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