miércoles, 30 de marzo de 2011

HONEYMOONS (Lunas de miel)

Ayer estuve viendo una buena película pero, en mi opinión, demasiado dura, conmovedora, desgarradora. Últimamente, no me gustan demasiado este tipo de películas. Cada vez es una más consciente del mundo donde le ha tocado tocado vivir, lleno de injusticias y sufrimientos y la verdad, después de echarle un vistazo a la prensa, ver u oir las tremendas calamidades en los noticiarios, el cuerpo no está para muchos sufrimientos más. Con todo, prefiero ver una película de este tipo, de denuncia, con historias reales y bien contadas que algo sin sustancia. Al fin y al cabo, son historias que están pasando delante de nuestras narices muchas veces y que, por desgracia, seguirán ocurriendo.

A las dos parejas protagonistas le ocurren todo tipo de contratiempos. La situación en el seno de sus respectivas familias es mala, por no decir trágica y el desenlace, para no destripar el argumento, no le va a la zaga. Lo único bueno si acaso es que el final queda un poco abierto a interpretaciones. Quizá acaben bien las historias paralelas de las dos parejas de jóvenes protagonistas, una serbia y otra albanesa.

La película obtuvo la Espiga de Oro en la Seminci de Valladolid. Destacaría el ritmo y las buenas interpretaciones. También el retrato que hace de las sociedades que refleja, de su momento histórico.

Aquí os dejo la ficha (la vi en versión original subtitulada):

Director: Goran Paskaljevic

Intérpretes: Nebojsa Milovanovic, Jelena Trkulja, Jozef Shiroka, Mirela Naska

País: Albania, Serbia

Año: 2009.

Fecha de estreno: 30-04-2010

Duración: 95 min. Género: Drama

Guión: Goran Paskaljevic, Genc Permeti

Fotografía: Milan Spasic

Argumento:Dos jóvenes parejas abandonan sus respectivos países. Melinda y Nik (Mirela Naska y Jozef Shiroka) huyen de Albania con rumbo a Italia, mientras que Vera y Marko (Jelena Trkulja y Nebojsa Milovanovic) se van de Serbia para instalarse en Austria, donde se supone que él ha conseguido un puesto de violinista en la filarmónica.

lunes, 21 de marzo de 2011

CARTA A LOS AMIGOS

Queridos amigos: paso a daros algunas noticias. Sé que algunos (me lo habéis hecho saber) estáis extrañados de mi inusual silencio, tanto aquí como en otros sitios. Esto tiene su explicación: he hecho un viaje, a través del Inserso (¡oh, Dios!, ¡qué dirán mis seguidoras treinteañeras!), a un balneario en Cádiz. Otro día abordaré este jugoso asunto.

Pues como os decía, bajé al sur, con escala en mi pueblo, que se halla a medio camino entre mi lugar de residencia y las playas que suelo visitar. El paisaje, no por conocido, deja nunca de interesarme . Me gusta ir deteniéndome en la transición de formas y colores entre la Castilla toledana (odian llamarse manchegos) y La Mancha propiamente dicha.

Como había llovido mucho y salido el sol , en cuanto dejé la ciudad y a pesar de que la primavera aún no había hecho acto de presencia oficial, empezaron a surgir mimosas, prunos, mirtos y almendros en flor, a veces en grupo, a veces solos y desperdigados aquí y allá.

Los olivares, muy abundantes en la zona, presentaban diferentes aspectos. Algunos agricultores habían sido madrugadores y ya los tenían podados y arados, con la tierra rojiza formando a su alrededor geométricos dibujos. Otros, más tardíos, habían decidido dejar esta tarea para más tarde, se veían descuidados y entre sus surcos amarilleaban las florecillas silvestres. Algún prado reverdecía con un color brillante y otros, más retrasados, mostraban los recientes surcos aún vírgenes e intactos. Las viñas, perfectamente alineadas, mondas y lirondas, descansaban esperando su tiempo. Aunque ya son escasos, a veces distinguía algún fresno.

Justo antes de llegar a la capital manchega, el embalse del Vicario . Seguía rebosante y con todo tipo de zancudas pescando en sus orillas. Las anátidas se solazaban más al interior y, aunque parecían tranquilas, también se notaba que aprovechaban para alimentarse pues, de cuando en cuando, introducían sus cabezas en el agua.

Arriba, el cielo, con fondo azul intenso, era un inmenso campo de ejemplos nubosos para pintores bisoños.

La estancia y sus anécdotas seguramente irán pronto en otro post aunque, a decir verdad, hay que ponerse en situación y os aseguro que me cuesta.

Ya de vuelta, me las prometía muy felices con multitud de planes cuando hete aquí que me agarra mi vieja conocida faringitis trimestral. Me tiene tanto cariño que no pasa más de un trimestre sin visitarme. Aunque, a veces, siente tanta nostalgia que incluso lo hace dos veces. Andaba yo bastante confiada pensando que la había burlado con la vacuna antigripal, pero no, ella sigue fiel a nuestras citas.

No os canso más, queridos lectores. En estas tres semanas largas que he tenido abandonado este sitio, han ocurrido muchas y variadas desgracias, seguidas, aunque con sordina, desde esa otra atalaya que no es la de los quehaceres del día a día. No obstante, es imposible no seguir los movimientos y evolución de los países árabes cercanos, tan prometedores (esperemos). Por desgracia, se ha comprobado a lo largo de la historia que nada se logra sin sufrimiento y muertes (casi siempre de los mismos). Me asombra un poco la sorpresa de muchos ante la cruenta reacción del dictador fantoche Gadafi. Ya lo conocemos hace tiempo y no podía ser otra. Esperemos que se resuelva la situación con la menor pérdida de vidas inocentes posible y veamos aparecer pronto, tanto en los países de nuestro entorno mediterráneo como en los más alejados, jóvenes y vigorosas democracias.

El asunto de Japón aún me tiene conmocionada por la magnitud de la tragedia y por las imprevisibles consecuencias. ¡Cuánto dolor para esa pobre gente!