martes, 17 de mayo de 2011

HORARIOS



Seguramente una persona joven creerá que en España siempre han existido los horarios de comida actuales. No ha sido así. Hace solo 50 años, por poner un ejemplo, en muchos sitios de Andalucía, se comía a la una del mediodía. No me atrevo a hablar de otros lugares de España aunque es de suponer que sería igual en todos los sitios. En qué me baso: en mis recuerdos en primer lugar y también en la lógica, en la salida de los niños de los colegios. Salíamos a las 12 de la mañana y teníamos que regresar a las 15.00 horas, es decir a las tres de la tarde. Por tanto nos asemejábamos más a los países que nos rodean. En esa época no éramos tan raros, nos parecíamos más a nuestros vecinos. Ha sido después cuando nos hemos ido alejando.
Sorprendiéndome alguna vez de cómo la gente ha olvidado esta costumbre, he estado especialmente atenta a este dato en la literatura. Así, lo he podido comprobar en multitud de escritos, por supuesto de la época. También en canciones populares, murgas, etc.
Esto no quiere decir que se comiera a la una en punto, podía ser entre la una y las dos.
En los años sesenta, cuando trabajaba en Madrid y tenía horario "partido", como la inmensa mayoría de los españoles, entrábamos a trabajar a las 9.00; salíamos a las 13.30 para regresar a las 16.00 hasta las 19.30. Viviendo en Madrid y las distancias siendo tan largas, en casa de mis padres se empezó a comer a las 14.00. Esa costumbre la mantuvieron mis progenitores contra viento y marea mientras vivieron. En mi casa de recién casada en cambio la "jornada intensiva" lo cambió todo. Mientras estuve soltera y seguía con mis padres, ellos mantenían su horario y yo comía sola cuando llegaba de trabajar. Cuando me casé, evidentemente nos acoplamos a las circunstancias.
En España, la jornada intensiva (de 8.00 a 15.00) fue progresando y los horarios de comida de la gente, por tanto, adaptándose. Ahora, parece que se está produciendo otra vez un cambio, los horarios están tendiendo a ser interminables y a salir cada vez más tarde del trabajo. También es verdad que en algunos sitios se entra a trabajar más tarde o con horario flexible.

2 comentarios:

  1. Mis recuerdos son similares, como vivía a dos kilómetros y medio de la escuela y me acompañaba mi hermano, dos años menor que yo, era complicado cumplir el horario, parcialmente este problema se paliaba con mi abuela, la buena señora se "acercaba" a la mitad del camino y nos traía la comida, sobre todo en los meses de abril, mayo y junio, la hora del encuentro estaba en torno a las 12.30 más o menos, dependía de las ganas de andar que tuviésemos.

    En casa, cuando estábamos todos, se comía a las 2 de la tarde y se cenaba a las 9 de la noche, en verano la hora de la cena se hacía más tarde.

    En Pozoblanco, cuando estuve en régimen de medio internado (dormir, comer en los salesianos y estudiar en el instituto) el horario era muy similar, esto fue del 65 al 70; a partir de esta fecha mis horarios de comida y cena sufrieron un cambio radical, me levantaba a las 6 de la madrugada, entraba a trabajar a las 8 de la mañana, comía entre las 2 y las 3 de la tarde y salía de trabajar a las 7, a esa hora tomaba un café con leche, costumbre que sigo manteniendo en la actualidad, la cena comenzó a realizarse sobre las 10 de la noche, unas veces sólo y otras acompañado por mis hermanos (eramos cinco y cada cual tenía sus obligaciones y sus horarios)

    Este régimen duró hasta el 76, en ese año comencé a trabajar en el sindicato y los horarios cambiaron de forma total, se comía y se dormía cuando lo permitían las circunstancias y en el lugar más insospechado (la puerta de una fábrica)

    En el 80, senté un poco la cabeza, entré a trabajar para la administración, en el 81 me casé, el horario era de 8.30 a 13 por la mañana (comía a las 13.30) y de 15 a 17.30 por las tardes, era el oficial, la realidad era que un grupo de personas comprometidas alargábamos el horario de la tarde con otras actividades, la razón, el colegio estaba en un barrio en el que vivían muchos marginados sociales y el colegio era el único centro oficial que podía ayudarles a resolver problemas, para estos ciudadanos por sus carencias culturales eran irresolubles, además estaba la militancia política, la hora estable de la cena, pasó sencillamente a no existir.

    A medida que fui adquiriendo más responsabilidades, los horarios de comida y cena fueron más anárquicos, lo mismo comía en 15/20 minutos a las tres de la tarde, que realizaba una comida a las 2.30 de dos horas y una sobremesa de 3/4, lo mismo pasaba con las cenas.

    En la actualidad podemos encontrar de todo, distingo, sin profundizar demasiado, 2 grupos de horarios principales; de 2 a 4 y de 3 a 5 (las cuatro y las cinco son el comienzo del trabajo de tarde) luego está la población escolar, pequeños y mayores que tiene otros horarios y la de los jubilados que suele ser la más estable, esta última, está sufriendo una distorsión importante por los nietos.

    La conclusión, que el horario de comida de antaño se ha sacrificado en función de las necesidades de producción o de conveniencia de las personas, llegando a no ser importante, entre otras cosas por el incremento del nivel de vida (si no llego a comer a la hora, comeré cualquier cosa) este "cualquier cosa" significa que en el frigorífico o en la despensa puedo encontrar comida a mi entera satisfacción, esto en mi juventud no pasaba salvo en determinadas casas.

    El propósito de establecer una disciplina de horarios de comida en un colectivo adulto y libre, suele acabar en fracaso total y absoluto.

    Saludos.

    PD. Hoy comeré a las 15 h. .... la sobremesa será muy larga..... espero

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  2. Me alegro de tu aportación, que, a grandes rasgos, coincide con mis experiencias. El escrito viene a colación porque mucha gente (joven sobre todo) cree que en España siempre se ha comido a las 3 ó 4 y cenado a las 10 y hablan de la gran diferencia con el resto de países europeos.
    No siempre ha sido así, digo, pero me miran con cara incrédula.

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