lunes, 9 de julio de 2012

A PERFECT DAY

EL viernes se acercaba por fin. Era el día. Plan perfecto. Una vez la casa arregladita, poco, pero lo esencial: plantas regadas, persianas bajadas para contrarrestar un poco el solazo de julio y basura en el contenedor (glup, creo que la olvidé), nos fuimos a Madrid a pasar el día. Todo era apetecible: la exposición de Hopper en el Thyssen, la comida con Albert y Ama y por la tarde el concierto de Jero Romero en el Price. Pero vayamos más despacio.

Llevábamos las entradas para la exposición y el coche lo dejamos en el aparcamiento de las Cortes, así que todo sobre ruedas. Lo malo es que dejamos el auto en el piso - 4º y no había ascensor. Una vez en la calle, dos minutos andando y ¡hale hop(per)! viendo al maestro. 

A Hopper se le ha catalogado como el pintor de la cotidianeidad americana, así que creo que este cuadro define bien esa afirmación. 


No os voy a contar la exposición porque todos habréis oído hablar de ella. Cuando alguien es célebre (Hopper) y quien habla de él (Thyssen) es poderoso, aparece en todos los medios de comunicación. De todas formas si queréis conocer algún detalle que os falte sobre el pintor americano ahí van cuatro enlaces que dan una versión bastante completa de este maestro.

http://www.museothyssen.org/thyssen/ficha_obra/724
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/06/02/actualidad/1338657016_123537.html
http://www.abc.es/20120612/cultura-arte/abci-hopper-201206111637.html
http://xn--antoniomuozmolina-nxb.es/tag/hopper/



Tengo que decir que desde que hago mis pinitos con el pincel me acerco a los maestros, a sus colores, sus pinceladas, con otros ojos. Personalmente disfruté viéndola, tenía muchas ganas después de un intento anterior frustrado; pero es amplia, setenta y tantos cuadros que, observados con interés, pasan factura a la vista y a las piernas. 

Como además de todo lo anterior ese viernes era el inicio de una semana de vacaciones, dejamos las maletas en el hotel y nos fuimos a pie a tomar el aperitivo con mi hijo y su pareja. Cuando llegamos ya nos estaban esperando en El Cangrejero, en la calle Amaniel  (http://11870.com/pro/el-cangrejero). Hoy estoy vaga y voy a prescindir de dar detalles, que para eso están ya dados por otros. Bueno, daré algunos: los bígaros gordos, frescos y en su punto de sal. Las conservas, en este caso mejillones, insuperables. No sé dónde estarán esas marcas que yo nunca encuentro en el súper.

El restaurante Cañas y barro al que pensaban llevarnos y que yo conocía en otra ubicación estaba cerrado, así que optamos por otro  cercano ya conocido. Se llama "El Rey de los tallarines" y el nombre puede llevar a engaño. No es un italiano ni un chino tradicional, es otra cosa. Los tallarines los hacen allí mismo y tienen platos que Alberto conoce muy bien y que yo no pedí. Sabiendo que siempre me tengo que fiar de él en asuntos culinarios, una vez más no le hice caso. Menos mal que tuve derecho a picar en cada plato.

Siesta en el hotel, visita para conocer a nuevos sobrinos nietos, metro y nuevo aperitivo previo al concierto. Quedamos en El Boquerón (http://11870.com/pro/el-boqueron) y desde allí al Price.

Mi hermano Juan, su mujer, su hijo y la novia de éste tuvieron el detallazo de estar en el teatro y darnos la sorpresa.

Del concierto poco puedo decir que no sea repetición de lo que ya me habréis leído y oído decir otras veces. Es para mí un gran placer ver las caras de la gente, sin perder detalle, disfrutando,  emocionándose, moviéndose, saltando, bailando, agitando los brazos y sin dejar de acompañar cantando. Y no solo veinteañeros, había bastantes personas maduritas y algunas calvitas incipientes Creo que Jero cantó esa noche mejor que nunca y eso es difícil.
http://www.youtube.com/watch?v=Ol7x3aNbQKM
http://www.youtube.com/watch?v=3QMScT_cF5s&feature=related



No nos detuvimos demasiado a la salida. Nos sentamos un ratito en una terraza para apaciguar las emociones antes de irnos a dormir. Al día siguiente salíamos para Ciudad Rodrigo (Salamanca).





2 comentarios:

  1. Adoro la manera que tienes de hablar de tu hijo ( aqui, en facebook, etc) No encuentro nada ofensivo ni impúdico en tus apreciaciones como a veces lo percibo en otros padres cuando enfatisan sobre los méritos de sus hijos. Veo sólo amor y me gusta que lo digas de modo tan natural y caluroso.

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