lunes, 30 de diciembre de 2013

ADIÓS A 2013





Por fin, por fin voy a hacer (aunque a medias) algo que siempre he querido: un pequeño resumen de las películas que he visto, los libros que he leído, los viajes que he realizado... nunca es tarde pero esta lista que me sale ahora hubiera resultado más rellena y colorida en otros tiempos. También hubiera recordado los títulos de todas las películas, los actores, los directores... ya no. He tenido la precaución de ir anotando títulos de obras literarias leídas, aunque seguro que se me han pasado algunas. En cambio del mucho cine que he visto sólo podré citar algunas películas. No las he ido anotando y la memoria flaquea. El próximo año procuraré ser más precavida y tomaré nota de todas, incluso de las vistas en tv., así como de exposiciones, conciertos, etc., creo que será buena idea, al fin y al cabo, a determinadas edades nos recomiendan ejercicios de memoria y este puede ser uno de ellos.

Literatura: 

La familia Máshber, Der Níster  (imposible terminarla; me quedé en la página 673 de sus 880)
Crematorio, Rafael Chirbes
El tiempo entre costuras, María Dueñas
Las leyes de la frontera, Javier Cercas
El hombre que saltó por la ventana y se largó, Jonas Jonasson
Libertad, Jonathan Franzen
Todo lo que era sólido, Antonio Muñoz Molina
Los desorientados, Amin Maalouf
La intemperie, Jesús Carrasco
La casa redonda, Erdrich Louise
Ana Karenina, Leon Tolstoi
El héroe discreto, Mario Vargas Llosa
La otra historia de Estados Unidos, Howard Zinn (sin acabar)
Los enamoramientos, Javíer Marías (aunque esta quizá fuera del año pasado)
Actualmente estoy leyendo otra de Mario Vargas Llosa: El sueño del celta.
/////////\\\\\\\\
Cine:


He visto muchas películas como ya he comentado, pero no he tenido la precaución de irlas anotando y la cabeza no da para tanto ya, no obstante… me puedo acordar (con truquillo) de algunas:

La noche más oscura, Kathryn Begelow
El mayordomo, Lee Daniels
Grandes esperanzas (una versión de la obra de Dickens), Mike Newell
Gravity, Alfonso Cuarón
Parker, Taylor Hackford
El concierto, Radu Mihaleanu
El último concierto, Yaron Ziberman
La gran familia española, Daniel Sánchez Arévalo
Amor,  Michael Haneke
Lincoln,  Steven Spielberg
El gran Gatsby, Baz Luhmann
Antes del anochecer, Richard Linklater
La bicicleta verde, Haifaa Al-Mansour
Blue Jasmine, Woody Allen
Los amantes pasajeros, Pedro Almodóvar

y el gran documental "Auto" de Luis Alfaro, sobre la obra de jóvenes músicos.

[[[[[[[[[[[[   .......     ]]]]]]]]]]


Aquí mis cuadros pintados a lo largo de 2013:
Bambú. Acrílico



Miradas. Óleo
Buhardilla. Óleo.

Tajo. Acrílico.
Tajo. Óleo.
Limones. Acrílico.


Puente de Venecia. Óleo
Ventana. Acrílico.
Vieja con gato y caramelos.

A lo largo de este año he cocinado cientos de platos de los que no tengo fotos y aunque las tuviera tampoco os castigaría con ellas, pero sí quiero poner algunas. Ni son las mejores recetas (excepto las manitas de cerdo, que me salieron de 10) ni las más curiosas. Son aquellas a las que casualmente hice una foto y casualmente he encontrado sin perder demasiado el tiempo. Están hechas en la mesa donde comemos a diario, sin manteles de hilo ni protocolo, excepto la del boletus que fue en un restaurante y ahora la he encontrado por ahí y no he podido resistir la tentación.

Manitas de cerdo con patatas, zanahorias, puerro y huevo duro

Solomillo de cercdo con salsa de cerveza.

Boletus de la Escuela de Hostelería. Postre.

Espinacas con ajitos, piñones y bacon.
Judías blancas y verdes con chorizo y morcilla zanga.





Gambas y langostinos recién cocidos. Se me da de maravilla y quedan en su justo punto de sal.
Puré de lentejas con chorizo y zanga

Ah, y últimamente también me dedico a coser, que para eso me he comprado una máquina.




La foto está movida pero la elección está hecha a propósito

Y AQUÍ ME DESPIDO AMIGOS LECTORES, ASIDUOS Y OCASIONALES,  HASTA EL AÑO QUE VIENE.
















jueves, 26 de diciembre de 2013

ABORTO



Estoy a favor de permitir abortar a la mujer que lo necesite. ¿Por qué? Porque sé que ninguna mujer elige esa opción voluntariamente sino cuando no tiene otro remedio. Lo natural, lo que nosotras queremos es tener hijos pero cuando no puede ser es porque existen razones muy, muy poderosas. Esto es así de sencillo y fácilmente comprensible. Interrumpir un embarazo es una decisión muy dolorosa, dificilísima para la mujer ¿Por qué hay gobernantes en la derecha rancia que se empeñan en que las mujeres actuemos conforme a su moral? Ellos, sus mujeres, que no aborten, pero que dejen a las demás hacer lo que les parezca más conveniente. Todos sabemos por otro lado que ellos dejan la moral a un lado cuando les interesa y actúan, sí, de tapadillo, ocultándolo.

Ahora, en España, el partido en el gobierno quiere hacer una ley poniendo infinidad de trabas a las mujeres, una ley retrógrada y restrictiva. Prohibiéndolo expresamente o, en otros casos, haciendo que resulte imposible. Esta nueva ley  no va a impedir que las mujeres aborten,  lo seguirán haciendo igual, con más incertidumbres, con más coste económico y emocional, en definitiva, con más sufrimiento. Infinitamente más. Si se les ponen tantas trabas, acabarán, como en los años del franquismo, acudiendo a curanderas, con el peligro que supone y las pudientes viajando a Londres(1) o a cualquier otra población europea para que se lo practiquen. 

De esta nueva ley que pretenden lo que más me aterra es que la madre estará obligada a tener un hijo incluso con "graves malformaciones". ¿Quiénes son ellos para determinar lo que una mujer debe hacer? ¿Acaso son incapaces de ponerse en el lugar de una joven madre absolutamente sin medios, a lo mejor con otro par de hijos ya? Además están recortando en centros asistenciales y en servicios sociales, en médicos, enfermeras, camas hospitalarias... con lo que estos seres malformados y necesitados tendrían un camino lleno de torturas.

En cuanto al intento de presentar al óvulo fecundado como persona y con los mismos derechos que la madre no me parece acertado.
Un embrión no es una persona, igual que un huevo no es un pollo.

(1)De 1974 a 1983, 200.000 españolas abortaron en el Reino Unido.

Podría haber empezado esta entrada hablando de la ley del aborto del 85  o hablar de la que tenemos, la del 2010, con la que ha descendido por cierto el número de abortos, o de la  que nos quiere imponer ahora el gobierno de derechas a la que me estoy refiriendo, más restrictiva incluso que la del 85, pero esos datos están ahí, los podéis consultar en cualquier sitio, igual que la cantidad de declaraciones de todos los colectivos sociales criticándola. También de una minoría alabándola, claro, aunque mirando datos me he encontrado con uno que dice que sólo el 15% de la población española (donde está incluida la iglesia que no es del papa Francisco)  está en contra del aborto.


Podría haber empezado de muchas formas pero este blog es casi un diario personalísimo y quería dar directamente mi opinión.

Siento si molesto a gente que me lee, pero supongo que si entráis aquí es porque queréis saber cosas mías.
----------------------------------------------------------------------------
Después de llevar esta entrada subida unos días apareció (el 29/12/2013) este artículo de Elvira Lindo con el que estoy absolutamente de acuerdo, me parece interesante y por eso lo quiero compartir con vosotros. Es el segundo enlace, el primero es otro antiguo con el que me he topado buscando el titulado ¿Por qué, Gallardón?

http://elpais.com/elpais/2013/04/23/opinion/1366731671_902118.html

http://elpais.com/elpais/2013/12/27/opinion/1388144440_092658.html 


domingo, 1 de diciembre de 2013

LOS PLATOS DE LA ABUELA

¡Cómo pasa el tiempo! Escribí estas líneas una tarde de los últimos días de octubre, en Conquista, y hasta ahora no he tenido ocasión de subirlas aquí.
*******






Voy a escribir esta entrada en mi blog, pero fundamentalmente es para mis hijos, mis nietos, quizá mis hermanos y mis sobrinos, en definitiva, es casi un comentario a la familia. Quiero decirles simplemente en esta ocasión que su abuela Antonia, mi madre, fue una gran cocinera. Lo fue porque lo debió ver en su casa (y luego en la de su suegra), pero también por intuición, por amor a lo bien hecho, por gusto para sí misma y para los demás.

Siempre lo intuí, pero cuando era joven yo no daba mucha importancia a estas cosas y ella tampoco las consideraba un mérito. Nunca la oí vanagloriarse de que algo le había salido rico. Ni de eso, ni de nada, por otro lado.

Sabía que mi madre tenía unos cuantos platos inigualables: por ejemplo, el cocido, las acelgas, las judías blancas, las gachas con tostones, el asadillo, las migas, las sopas con uvas, las coles, el pisto (el mejor del mundo) esos arroces con cualquier cosa que mi hermano Juan nunca probaba..., pero ha sido después, mucho después cuando he descubierto  que lo suyo era único. Qué pena que fuera tan apocada.

La familia de mi padre era la "ilustrada" (sin mucho motivo, la verdad) y la de mi madre, la campesina. Quizá por esa razón y también por su carácter, nunca se atrevió a valorar (y menos a exhibir) sus habilidades. 

Mi madre, al llegar a Madrid, incomprensiblemente dejó de hacer esos platos de pueblo, los de su casa, los de toda la vida, que ella bordaba. Bien que se lo reproché alguna vez. 

Seguramente por no encontrar los avíos necesarios o bien por comodidad, empezó a imitar a sus vecinas, consumiendo lo que ellas, platos más modernos.  Probablemente también la economía de entonces  jugaría en su contra; aun así, aprendió a hacer platos que a mí, hoy, me parecen insuperables. Bien es verdad que ella no innovaba, era un poco repetitiva y no tenía mucha imaginación, pero tenía otras cualidades. A pesar de su nunca buena salud, entre la casa, los hijos, ayudar al abuelo  en todo,  sabía sacar el tiempo para preparar con amor esos platos que, sin ese elemento, no hubieran salido tan logrados.

Ahora, años después de su muerte, me invitan alguna vez amigos y parientes a probar algo en sus casas cuando estoy en el pueblo. Pisto del bueno, con los ingredientes hechos por separado y poco a poco, como el de antes, o ajo "sopeao" con espinacas del pueblo: nada. Cada vez que he vuelto a probar esos sabores intentado recordar los de vuestra abuela o recuperar mi niñez, me he sentido decepcionada. Entonces he comprendido la perfección de mi madre en la cocina.

Por si estáis tentados de pensar que esta confesión puede deberse a la añoranza, os diré que no. He probado estos platos de la abuela hasta que murió, por tanto cuando yo era ya madurita y vosotros recordaréis sin duda algunas cosas. Entre otras, su nunca bien ponderado pollo al ajillo, imitado ahora por mí sin lograr alcanzar nunca su excelencia.

Este escrito quizá me esté saliendo un poco sentimental y emotivo. Es lógico, lo escribo aquí en Conquista, en la terraza, con el paisaje de toda la vida al fondo y llegándome a los oídos ladridos, cantos de algún pajarillo que no identifico... oigo las campanas y a la nariz me alcanza el olor de alguna chimenea encendida ya. en estos días precursores del invierno.

sábado, 12 de octubre de 2013

TRENES




Siempre me ha gustado viajar en tren, desde chica. Mis primeros viajes fueron en los años cincuenta en la línea de vía estrecha que unía Puertollano con Pueblonuevo-Peñarroya y que pasaba por mi pueblo. Utilizábamos esos trenes entonces para ir hacia el sur, raramente. Recuerdo alguna vez a Pozoblanco y bastantes más a Villanueva. Casi siempre era para alguna compra relacionada con el trabajo de mi padre, aunque también recuerdo haber ido a hacerme la foto de mi primera comunión. Pero los viajes más frecuentes eran hacia el norte, a La Garganta, y sobre todo Puertollano. Mi padre tenía varias tías y muchos primos allí.  Mis padrinos, que fueron los de boda de mis padres, acabaron instalándose también en el pueblo minero y en su casa pasé alguna temporada. Asimismo íbamos a Puertollano cuando queríamos hacer alguna compra más especial, como por ejemplo la tela para aquel traje rojo de chaqueta que me hizo mi padre y cuyo cierre eran ya (año 1958) los típicos palillos abrochados con cordones que luego se llevaron tanto en los setenta en las trencas de todos los "progres" de la época.

Hubo también un viaje a Fuente del Arco, en Badajoz y otro, feliz, a Córdoba. Y aun otro, más aciago, a la misma capital, donde mi padre sufrió el terrible accidente que lo mutiló.

Por último, refiriéndome siempre a mi niñez, el que me alejó definitivamente de mi pueblo y que ya he relatado en algún otro escrito: el decisivo viaje a Madrid de toda la familia.

Y ahora mismo no puedo dejar de citar mi primer escrito llamado "Viaje a Sevilla", gracias al cual me di cuenta de que podría contar alguna historia y responsable seguramente del comienzo de este blog.

Pero no quiero enumerar cada uno de los viajes que he hecho a lo largo de mi vida sino este último, el de la semana pasada. El preámbulo era sólo para poneros en antecedentes de que me gusta mucho viajar en tren, más que en cualquier otro medio, aunque no lo practique con tanta frecuencia como me gustaría. Desde luego lo prefiero al barco, al coche y ¡no digamos al avión! 

He viajado en tren  por varios países de  Europa y realicé  en tren el recorrido Nueva York-Boston y también un trayecto corto desde Buenos Aires. Me parece el medio más seguro. Por eso no me importó volverme sola desde Huelva a Madrid y luego a Toledo por ferrocarril.

 Estación de Huelva




De todas las provincias andaluzas, la peor comunicada por ferrocarril con Madrid es Huelva. Incluso las más alejadas como Almería o Cádiz están mejor. De Málaga, Sevilla y Córdoba, ni hablamos, sobre todo esta última, entre las dos anteriores y la capital. He de decir que no sé muy bien cómo andan Jaén y Granada de trenes. Huelva sólo tiene uno diario en cada sentido. Parte a las 8 de la mañana, así que si no te encuentras en la misma capital has de darte un buen madrugón para llegar a tiempo.

En la misma estación hay dos máquinas expendedoras de billetes, además de la taquilla. Una de ellas funciona y la otra no. Lo lógico sería advertirlo mediante un cartelito tipo “máquina averiada” o “momentáneamente (mentira) fuera de servicio”. Pues no. Llegas con el tiempo justo y lo pierdes intentando sacar ahí tu billete. Entonces compruebas que no funciona y te diriges a la ventanilla: “Mire, estoy intentando… y no…” 
_ Sí, ya, es que una de ellas no funciona, te contestan tan tranquilos.

Después de muchas manifestaciones reclamando la alta velocidad, se ha conseguido que el nuevo trazado hasta Sevilla esté listo. Por eso los viajeros tenemos la gran suerte de hacer el recorrido en tan solo tres horas y cuarenta minutos, que para esa distancia (Huelva-Madrid) está muy bien. Lo que no está tan bien son los trenes que han elegido para la línea:  los Alvia. El traqueteo, no sé si debido al modelo de tren, a la vía o a la inadecuación entre vía y tren, es absolutamente insufrible. Si alguna vez tenéis que tomar este tren os sugiero que no comáis nada hasta pasar Sevilla, a riesgo de que echéis hasta la primera papilla. Estos trenes, bastante modernos, no llevaban papel en los servicios. 

Al llegar a Madrid no me dirigí a ninguna de las máquinas expendedoras por miedo a que me pasara lo mismo que en Huelva. Además dudaba de que el aparato me diera la opción de utilizar mi tarjeta dorada. Así pues me dirigí a las taquillas (16 o 18) donde fácilmente podría obtener mi billete, pero ¡oh, sorpresa! más de la mitad estaban vacías. Al consultar este hecho con una empleada de Adif me contestó con muy mal humor “qué quiere que haga, falta personal”. Disponía de cincuenta minutos para sacar el billete y las colas en las taquillas con taquillero eran tremendas. No me atrevía a volver a las máquinas por el temor antes expresado y perder a la vez mi lugar en la fila. Al final tuve que pedirle amablemente a un señor que me dejara pasar porque llegaba la hora de mi tren a Toledo. Me tuve que colar, si no, no llego.

Una vez pasado el control de billetes, con la seguridad de mi tiempo, decido hacer una visita a los servicios de la estación (no sé por qué acaban siempre tan negras las manos en los viajes). Ni papel, ni jabón, ni máquina de secado para las manos. ¿Esto también son recortes del PP?








sábado, 21 de septiembre de 2013

OTRO OTOÑO



Aún está por llegar, lo hace mañana domingo a las 22,44 (cuando el día tendrá exactamente la misma duración que la noche), pero cualquiera diría que corremos hacia él. Es el otoño. Como si el tiempo pasara poco rápido, nosotros todavía lo aceleramos más, parece como si no quisiéramos disfrutar del presente hablando continuamente de lo que está por llegar.

Oigo en los telediarios que como no llueva pronto este otoño bajarán mucho los embalses. Mi agenda incluye ya, a mediados de septiembre, consejos para una alimentación sana en esta próxima temporada: me recomienda seguir con frutas y verduras ¡como si yo no lo supiera! Me habla de higos, de granadas, chirimoyas y alcachofas. Las revistas anuncian lo que se va a llevar la nueva temporada. Traen anuncios de maquillajes, chaquetas y peinados. De bolsos, muchos anuncios de bolsos grandes, con mucho derroche de piel y herrajes ¿De verdad es lo apropiado para una época de crisis como esta?

Y hablan de una novedad que hará furor este otoño y no sabemos cuanto tiempo más: el thigh gap. La nueva moda consiste en tener los muslos separados, es decir, de una delgadez extrema. ¡Un horror!
 http://www.e-consulta.com/nota/2013-07-27/sociedad/muslos-separados-pies-juntos-la-moda-femenina-que-recorre-la-red

Yo no quisiera que terminara nunca este mes de septiembre espléndido de sol y buenas temperaturas, de mañanas frescas y tardes calurosas aunque sin bochorno; de bonitas lentas puestas de sol. Pero todo a mi alrededor me habla del ya inminente comienzo del otoño. La verdad es que en el paseo de ayer, los caminos del parque estaban empezando, aunque todavía tímidamente, a alfombrarse de hojas amarillentas.

sábado, 7 de septiembre de 2013

LA BELLEZA ENCERRADA, DALÍ...

Después de descargar el móvil por segunda vez e intentando agrupar y poner un poco de orden en tanta foto, me doy cuenta de que me he dejado muchas cosas en el tintero. Está bien, no todo es narrable y, además, no conviene que lo sepáis todo. De todas formas, sí quiero dejar aquí algunas fotos de nuestra visita a la exposición de Dalí. http://kedin.es/madrid/que-hacer/exposicion-de-salvador-dali-en-el-museo-reina-sofia.html

Ya tenía claro que los cinco años de Daniela no eran la edad más indicada para esta excursión, pero queríamos llevar a Leonor y las nietas son un par indisoluble.
Antes de entrar, mientras los abuelos se toman un café, Leo y Daniela corren detrás de las palomas que picotean entre las mesas.


Cuando íbamos con Leonor pequeña al Prado, lo miraba todo, todo le interesaba, todo lo preguntaba. Daniela también pregunta, pero es diferente. A ella  lo que más le gustó de esta exposición fue el ascensor exterior transparente de la fachada principal del Reina Sofía. Hubo que subir al último piso varias veces.



La exposición es muy extensa. Diré que "la paseamos", deteniéndonos sobre todo en lo que a ellas le llamaba la atención,  o, si no era el caso, buscando algún engatusamiento.









Afortunadamente llevábamos las entradas compradas por internet, así que no tuvimos que esperar ni un minuto y nos evitamos esta inmensa cola.

Y hubo otra excursión más, esta vez sin niñas y aprovechando la casa de mi hijo para pernoctar. Fue un fin de semana muy fructífero. Hubo visita al Prado, aperitivo, película vespertina, cena en un vietnamita recién abierto y rastro el domingo por la mañana. Volví a Toledo, sin tenerlo previsto, cargada con lienzos  a buen precio para la próxima temporada.

En los paseos del fin de semana (fundamentalmente por el Barrio de las Letras pero no sólo), tomé algunas fotos de las fachadas que me gustaron. También durante el paseo por el Rastro. Guardé tiques y servilletas de bares con nombres que me llaman la atención. Luego, hablo a veces de ellos aquí, otras, acaban en la papelera sin más  (hay que reciclar).

Esta vez vine poco cargada: el billete de metro de la estación de Atocha hasta Tirso de Molina, un tique de la taberna El Papelón, una tarjeta de una casa de gastronomía, cosmética y oleopatía llamada ¡QuéRicoTó! y una servilleta del Bar Los Hermanos, que despertó mi curiosidad por las especialidades citadas en ella (en la pizarra había muchas más): pulpo, entresijos, cecina.

Exposición del Prado: La belleza encerrada, título bien expresivo pues está llena de joyitas.
http://elpais.com/tag/c/bd0fca17d415de0a767e7b0a2782c16d
http://www.museodelprado.es/exposiciones/info/en-el-museo/la-belleza-encerrada

Película (muy recomendable): El último concierto (A late Quartet, con uno de mis actores favoritos de protagonista [Philip Seymour Hoffman]) .
http://www.filmaffinity.com/es/film385437.html

Restaurante: VIET NAM, C/ Huertas, 4, 28012 Madrid Tf. 917553126 vietnamrestaurantemadrid@gmail.com

Y, ya, las fotos de las fachadas:


La fotógrafa, cazada





Gente que me leéis, que entráis aquí: una vez más he de pediros disculpas ante las expectativas creadas al hablar del barrio de las Letras (http://es.wikipedia.org/wiki/Barrio_de_las_Letras).
Aunque resulte difícil de creer, he perdido las mejores fotos, las que mejor retrataban el barrio, fotos de nombres de calles, en cerámica, de Lope de Vega, Cervantes, Quevedo, Moratin, etc., las fachadas más originales, las de las casas donde vivieron Lope, Cervantes. Igual que las del Rastro, tan curiosas, de la preciosa fachada del antiguo cine Doré... He tardo algo más en poner este post intentado recuperarlas, sé que están aquí, en algún lugar de esta pequeña máquina desde la que escribo, perdidas entre carpetas con "Vacaciones1", "Vacaciones2", mezcladas, repetidas, borradas, etc., etc., pero no soy capaz de recuperarlas. Si algún día lo logro, las volveré a traer, aunque no venga muy a cuento.

Hoy, ahora mismo, cuando me decido por fin a darle a Publicar veo el cielo gris con algunos jirones celestes entre nube y nube desde mi ventana. Puede que vuelva el calor, pero mi sensación es que hay que decir adiós a los esplendorosos días veraniegos.

Y un ratito después de haber publicado este post, bajo a dar un paseo matutino y, de paso, comprar el periódico. Decido alargar la entrada para poneros un enlace cuando veo que el País dedica sus páginas centrales a Madrid y el barrio de las Letras. Por si queréis (los no madrileños) conocer algo más sobre este barrio:  http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/09/06/madrid/1378491933_542816.html

------------

Como sigo sin encontrar mis fotos, pongo aquí este enlace que trae mucha información (y fotos) sobre el barrio de las Letras:

https://mail.google.com/mail/u/0/?ui=2&ik=2770c8e522&view=att&th=1438892b5ec8a593&attid=0.1&disp=safe&zw






martes, 27 de agosto de 2013

VERANO 2013 (y 3)



Los días en Toledo seguían siendo calurosos, muy calurosos. Para pasear o hacer cualquier tipo de gestión había que elegir las primeras horas de la mañana. Después, mejor quedarse en casita con el aire acondicionado. Si venían los nietos, quedaba el consuelo de la piscina. Siempre estoy perezosa para bajar pero con ellos no hay pereza que valga.


No se ve por la luminosidad, pero al fondo está la torre de la catedral 
Aquí también se adivina al fondo la torre de la catedral, el alcázar y, más cerca, el hospital de Tavera.


A veces íbamos a  recoger a los nietos a su casa y entonces desayunábamos fuera. Si por contra los traían a casa, lo hacíamos en la terraza, antes de que hubiera que cerrar ventanas a cal y canto por el calor.         Aquí, tomando melón con jamón y más                                             abajo leche con cacao y donuts.       

Como todos los veranos, en plenos calores agosteños, celebro mi cumple. Este año he tenido mucha suerte y los he tenido a todos en casa. Felicidad máxima.
Después de cenar salimos a fumar a la terraza (por los niños y también porque esa noche lo permitió la temperatura) Aquí, las chicas mayores de la familia (sobre todo una). Las tres jóvenes bellezas son mi hija y mi dos nueras.

Al día siguiente, probándome el regalo de mi hija para enviarle la foto y confirmarle: sí, las dos cosas me quedan bien.
Cuando las temperaturas nos tenían ya casi agostados decidimos hacer una escapada al norte para respirar un poco. Elegimos buen momento porque en Toledo se anunciaban varios días de sobrepasar los 40º.
Recogimos a nuestra amiga sevillana en la estación de Atocha de Madrid  

y nos dirigimos hacia la carretera de La Coruña (o A, como prefiráis) atravesando Madrid, que estaba con poco tráfico.

Por el camino tomamos algo ligerito: yo, esta ensalada de atún, anchoas y verduritas en estos platos planos de pizarra que tanto se llevan ahora
Y por fin terminamos de engullir los casi 700 kilómetros que nos separaban de Madrid.
La reunión era con los amigos del barrio de Madrid donde vivimos tantos años. Allí nos encontramos y como nos hemos seguido viendo regularmente, parecía que todo seguía igual, pero no, ya una de las parejas no era la original y otra estaba incompleta: faltaba un miembro.
Como las distancias eran largas y los días pocos, hemos estado en plan muy tranquilo, haciendo excursiones cortas y dando paseos por la playa o el monte, que de las dos cosas hemos disfrutado.
La temperatura, la ideal, sin alcanzar nunca los 30º.

La playa, la misma tarde de llegada:



Y, al poco, esta puesta de sol
y casi al mismo tiempo, justo al otro lado, detrás del monte, esta luna empezando a remontar
En días sucesivos, como he dicho, pequeñas excursiones desde Porto do Son, que ese era el sitio de destino:

No podíamos dejar de visitar Noia, tan próxima, sus calles, plazas, iglesias, cementerio y mercado:


La Praia das Furnas, de infausto recuerdo por el accidente de Sampedro (reflejado en la peli "Mar adentro")



y  (las dos de arriba) el castro de Baroña, con impresionantes vistas.

No quiero hablaros de las cosas ricas que he tomado porque un amigo siempre me gasta bromas, pero os diré que he tomado las mejores navajas en el bar de al lado de casa, en Porto do Son.

Y otras cosas que me han gustado:
Ah, la humedad, eso es lo peor (arriba)



F I N