El día 18 de abril, a las 22.36, Angels Barceló dijo una vez más en su programa de Hora 25 "...déjame que..". Entonces apagué la radio. No puedo soportar ya más la dichosa frasecita. Se ha puesto de moda y los locutores no paran de repetirla. Al menos en la cadena SER. Cuando quiero oír buena música, o cuando hay deportes, o demasiados anuncios, escucho Radio 3 y, cuando viajo en coche, la que puedo. Normalmente siempre se mete alguna intrusa más potente, pero de éstas no puedo opinar puesto que las escucho durante pocos minutos y muy esporádicamente.
Pero es en esta cadena, la Ser, en la que sus locutores/as no paran de repetir que se los deje hacer algo que ellos ya tienen pensado hacer, aunque no los dejen. Se lo dicen a sus contertulios, a sus colaboradores, a sus invitados, a todos los que les rodean y están, más o menos, a su disposición en ese momento. Lo decía y repetía Montserrat Domínguez, lo dice y repite Gemma Nierga, Ángels Barceló, Pepa Bueno, Carles Francino... por citar los más conocidos; también la he oído continuamente a los locutores/as locales, los de Toledo. Menos mal que se salva (de momento) Javier del Pino.
¿De verdad es imprescindible la frasecita? Y, sobre todo, ¿de forma tan continuada?
Déjame que salude a..., déjame que intente conectar..., déjame que nos vayamos a publicidad..., déjame que presente, déjame que antes dé paso a... déjame que..., déjame... Pero ¿cómo no os van a dejar? ¿no sois vosotros los directores del programa, los que lo organizáis y dirigís?
Chicos, creo que sois buenos profesionales pero ¡tened un poco de cuidado con las muletillas!
Chicos, creo que sois buenos profesionales pero ¡tened un poco de cuidado con las muletillas!