domingo, 23 de octubre de 2016

VIAJE POR EL DANUBIO (4) MELK-VIENA

Esa noche no dormí muy bien. Por eso cuando entre sueños empecé a oír hablar alemán por los altavoces a las siete de la mañana los maldije para mis adentros. Habíamos llegado a Viena y el desayuno estaba disponible desde las 6.30 de la mañana. Podías tomarlo hasta las 9, pero no si querías optar por la excursión "oficial", que partía a las 8.30. Nosotros no queríamos, pero aun así, nos despertaron.

La perorata en alemán, seguida luego en español por parte de nuestra guía, era para explicarnos el plan del día. Los que no hicieran la excursión "oficial" podían comer y cenar en el barco o fuera, pero con una condición: debían estar a bordo a la hora de zarpar para Budapest, a las 22.45. La excursión organizada llevaba a hacer un tour por Viena y volver para la hora de la cena (17.45), demasiado temprano incluso para los alemanes. Después volvía a haber otra excursión opcional a un concierto en el Kursalon.

Nosotros ocho decidimos una vez más viajar en taxi hasta el centro de Viena. Algunos conocíamos la ciudad, otros no. Una pareja decidió visitar el Albertina. Nosotros habíamos pasado allí toda una tarde no hacía mucho y optamos por callejear en torno a la catedral.


 Se hacía difícil dar un paso sin que  acudieran jóvenes vestidos con ropajes más o menos del XVIII
 intentando vender
entradas para alguno
de los múltiples con-
ciertos que se celebran a diario en la ciudad.








Al cabo de unas horas volvimos a separarnos del resto. Estábamos cansados y nerviosos, nos parecía que si tenían que localizarnos, lo harían mejor con el teléfono de la guía, en el barco... total que tras un café en un local típico vienés cogimos un taxi para volver a comer a bordo.

Después de un intento vano de siesta subimos a cubierta para leer un rato (yo además podía fumar). Después de la temprana cena, nuestros amigos seguían sin volver y decidimos dar una vuelta por el tranquilo barrio donde estábamos atracados: Nussdorf. Diez minutos a pie por un agradable paseo por donde encontramos muchos deportistas, corriendo, pedaleando...
Empezaba a anochecer


Nussdorf es un precioso barrio residencial, muy tranquilo, al norte de Viena, pertenece a Dobling, que es el distrito 19, tal como nombran los vieneses a sus distritos. Es conocido también como el distrito verde. Paseamos y tomamos una cerveza en un café tranquilo, pero la zona está llena de restaurantes "con encanto", un poco escondidos. Son antiguas bodegas con terrazas al aire libre llenas de vegetación. Muchas flores y también árboles antiquísimos que proporcionan grandes sombras.
Nussdorf
Restaurante en una bodega histórica





Y más fotos del barrio:










De 22.45 a 23.15 y coincidiendo con el regreso de los que habían asistido al concierto, sirvieron un pequeño snack para todos, al que nos apuntamos. Al día siguiente, Budapest.










3 comentarios:

  1. Viena es una ciudad con encanto, sobre todo los entornos de la Ópera. Por allí me tomé uno de los cafés más ricos de mi vida (tendría que buscar ahora el nombre del local que era muy elegante) Se me etán olvidando los sitios, aunque guardo fotos y folletos.

    Estoy deseando leer tu estancia en Budapest, ciudad que me maravilló.
    Un abrazo hasta el siguiente post.

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  2. Hola Chela. Pues hay una pequeña sorpresa en el próximo post. No será Budapest, que se pospone.

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  3. Hola Chela. Pues hay una pequeña sorpresa en el próximo post. No será Budapest, que se pospone.

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