lunes, 19 de febrero de 2018

LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS



Estaba yo ajetreada con el ordenador y me vino a la mente el título de un libro del que apenas tenía datos: Los trabajos y los días. Sólo sabía que era un libro clásico, antiguo. Sí, pero ¿de qué época? Era evidente que si quería titular una entrada de esa manera tenía que saber primero de qué estaba hablando, aunque el asunto del libro y mi entrada no tuvieran nada que ver.
Era viernes por la mañana y, si habéis leído mi entrada anterior, teóricamente ése es mi día más libre. El jueves estuve en la piscina, por tanto tenía hecho incluso el ejercicio. Pero siempre hay un montón de cosas más. Estuve organizando la ropa deportiva en el armario, que no es moco de pavo. Quería tener juntos y ordenados los pantalones de chándal, las chaquetas, las camisetas de manga corta y las de manga larga; por último las partes que van sobre el chándal, más abrigadas y que no sé cómo se llaman. ¿Parece fácil, no? Pues no. Todo estaba muy repartido entre varios armarios y cajones ya que llevaba un siglo sin ordenar. Tenía además que ir separando lo que ya no me servía.

Después de esta tarea, absolutamente necesaria, tenía que llevar mi ordenador al técnico pues, incomprensiblemente, después de una actualización, no había forma de conectarme a Internet. Como la casa de arreglos no estaba muy lejos, me fui cargando con él dando un paseo. Volví agotada pero feliz ya que, como suele ocurrir, era una chorrada. No me había percatado de algo que estaba off cuando tenía que haber estado on. No obstante no me tranquilicé del todo hasta no llegar a casa y volver a darle yo misma al dichoso botoncito. Sí, funciona, pero inmediatamente me pide la clave de wifi.
-        Ajá, seguro que ahora no la encuentro, me dije.
No, sí la tenía, estaba perfectamente anotada en mi móvil. Catorce caracteres en letras mayúsculas que copié ligeramente inquieta uno a uno. Funcionó.
Mientras quería  echar rápidamente un vistazo al correo y otras cosas que no había mirado hacía días, me llegaban wasaps con preguntas de cuáles habían sido las propuestas que el líder socialista había planteado la tarde del miércoles en una asamblea abierta a la que había asistido.
No quería dejar sin respuesta esta pregunta ya que me permitía, al contestar, añadir la coletilla “aunque no las oirás ni leerás en ningún medio”, como efectivamente pasa ahora y a mí me gusta repetir.
Estando en esto llegó Daniel comentando que unos amigos querían salir a comer.
-        Claro, vamos, por supuesto; donde digan.
-        No, llámalos y propón tú un sitio.
-   Imposible, hazlo tú, tengo que terminar una cosa y me acaba de empezar a doler la cabeza.
Pero ya sólo tenía tiempo de arreglarme para la salida, así que lo de Los trabajos y los días que se me estaba ocurriendo, quedó para otra ocasión.
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Resultado de imagen de fotos de Hesíodo

Los trabajos y los días, en griego antiguo Ἔργα καὶ Ἡμέραι, es un poema didáctico y moral que exalta el trabajo y describe las labores del campo. Consta de unos 828 versos  y fue escrito por Hesíodo.
Hesíodo fue un poeta griego que  nació y murió en Ascra (Beocia) en el siglo VIII a. C. Aunque se sabe poco sobre su vida, parece que fue la enemistad con su hermano Perses a causa de la herencia paterna, la que lo llevó a escribir este largo poema.
Otros estudiosos lo han interpretado en el contexto de una crisis agraria que asoló al continente griego y originó la búsqueda de nuevas tierras.
Hesíodo puso por escrito y ordenó todo el cuerpo mitológico transmitido hasta entonces de forma oral. En su obra se basaron los mitógrafos posteriores clásicos, gracias a lo cual se ha conservado gran parte.

Venirme a la mente este título me ha hecho buscar y leer mucho acerca de él y de su autor, de lo que me alegro. Entre las muchas cosas que he encontrado, esta dirección que dejo más abajo y que no sé si su autor estará de acuerdo con que ponga aquí. A mí me ha parecido didáctica, por eso os la dejo, por si alguien quiere profundizar un poco más y, a partir de ahí, más y más.

http://epitomeclasica.blogspot.com.es/2011/12/hesiodo-los-trabajos-y-los-dias.html

Como véis, nada que ver con mi anodina vida, pero así son las asociaciones de ideas: muchas veces, sin sentido.