domingo, 29 de mayo de 2011
ÁRBOLES
Salgo de Toledo a últimos de mayo y dejo los árboles del Paraíso con sus olorosas flores lilas, exhaustas de dar aromas, ya secas por el suelo. Han competido en el parque con las acacias para perfumar nuestros paseos. Ahora, las catalpas las han reemplazado. Están exuberantes de hojas y grandes racimos de flores blancas.
Llego a Soria y me saluda la pelusa blancuzca y lanuda de los olmos. Arriba, en el monte, los acebos brillan al sol, enredando a veces sus duras hojas de un verde intenso con los espinos blancos. Majuelos, endrinos y prunos silvestres, algunos todavía sin florecer, los acompañan. A ratos, en la umbría y en altura, los helechos, entre robles y los distintos y variados tipos de pinos que pueblan las sierras que rodean Garray. Un paseo por la Alameda de Cervantes (antiguo parque de la Dehesa) en Soria, completa el éxtasis ante la gran variedad de árboles y arbustos de esa provincia.
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Maluca a grandes rasgos nos cuentas algo de lo que viste por tierras de Soria. Pero se que te dejas mucho mas, que bien podías contarnos.
ResponderEliminarTe animo a que sigas.
Un beso.
¿Se veían las catalpas por las calles y jardines de nuestra infancia? Lo dudo, por lo menos en la zona que a mí me toca. Seguro que sus largas vainas hubieran servido como judias verdes en los puestos de verdura y tiendas de ultramarinos que montabamos, cuando vender era solo un juego.
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