Y nuestra nueva salida, una vez más, fue para Punta Umbría, en la provincia de Huelva. Desde hace unos años, desde luego desde que escribo en este blog, mis salidas se repiten. Hasta hace muy poco presumía de no repetir o, si lo hacía, al menos debía viajar también a un lugar nuevo, distinto cada año. Ahora he tomado miedo al avión y además me he vuelto perezosa y cómoda. Sólo los amigos son capaces de hacerme cambiar de parecer: si me proponen un buen plan, entonces... lo pienso.
Qué tiempos aquellos en que además de los fijos en aquella época, Conquista y Valverde del Camino, tocaba al menos una semana en la costa y otra en el extranjero, pero aquello ya pasó.
El centro de la península ardía
Por lo demás hice fotos a algunos detalles que me llamaban la atención, nada, insignificancias, como algún caracol, alguna gaviota o algún gorrión; la playa seguía como siempre, llenándose los fines de semana con la gente de los alrededores. Los días entre semana, lo normal, lo correspondiente a la 2ª quincena de julio. Los mismos chiringuitos, alguno ampliado y remozado y los mismos vendedores ambulantes, sin variación, aunque con alguna novedad: un grupo de ellos llevaban un moderno y cómodo carro de plástico amarillo que reemplazaba a las antiguas carretillas. Los locales gritando "niñaaaaa, venga, la ¨servesita¨ ·er· camarón, la fanta, el agüita frescaaaaa" y los africanos "barato, barato".
así que abordamos la carretera con alegría
y... por fin
Al llegar, no nos gustó nada la decoración del apartamento, bueno, para ser más exactos nos horrorizó.
Pero, a cambio de esto, estaban las vistas:
En días soleados
Los primeros días tuvimos la visita de nuestro hijo pequeño y su mujer y nos fotografiaron y los fotografiamos:
Y comimos marisco y jamón, cómo no, es la tierra del mejor:
y estos dos robalos que muestra Juan el camarero en su quiosco, "Quiosco Félix":
Por lo demás hice fotos a algunos detalles que me llamaban la atención, nada, insignificancias, como algún caracol, alguna gaviota o algún gorrión; la playa seguía como siempre, llenándose los fines de semana con la gente de los alrededores. Los días entre semana, lo normal, lo correspondiente a la 2ª quincena de julio. Los mismos chiringuitos, alguno ampliado y remozado y los mismos vendedores ambulantes, sin variación, aunque con alguna novedad: un grupo de ellos llevaban un moderno y cómodo carro de plástico amarillo que reemplazaba a las antiguas carretillas. Los locales gritando "niñaaaaa, venga, la ¨servesita¨ ·er· camarón, la fanta, el agüita frescaaaaa" y los africanos "barato, barato".
Estas carretillas están llamadas a desaparecer, seguro que el próximo año ya todos llevan los carros modernos, más cómodos y menos pesados |
Libros en la playa
Muelle de Punta y Huelva al fondo.
Y cómo no, estando tan cerca de la frontera, lo lógico es hacer una visita a Portugal. Fuimos a cenar con nuestros amigos de allí a Dom Petisco, en Villa Real de Santo Antonio, al otro lado del Guadiana http://11870.com/pro/restaurante-dom-petisco. Ese día hubo espectáculo de luna llena gratuito.
Creo que no pasamos ni un día solos, estuvimos todo el tiempo bien rodeados: buenos amigos y familia.
Y para terminar, os dejo con esta toma de la playa una tarde en que se levantó un poco de viento pero no tanto que impidiera picotear a los gorriones al borde del agua.
Amigos, veo que los vídeos no suben. No cambio el texto porque voy a seguir intentándolo.
Por fin los subí pero con una calidad pésima. El último, que era precioso en su origen, ha quedado muy mal: ya no veo a los gorriones de tan borroso y el ruido del viento tapa el de las olas, que era lo que me interesaba. Bueno, así comprobáis lo chapucillas que soy.
Con tus reportajes fotográficos se nos hace la boca agua.
ResponderEliminarSeguro que lo habéis pasado muy bien.
Un abrazo
Hola Maluca:
ResponderEliminarNo achiques tu mérito. Me sentí viajando por allí.
Abrazo.