jueves, 8 de diciembre de 2016

CIBELES

El lunes 5 de diciembre, día raro por quedar entre dos fiestas, el domingo 4 y el  6, día de la Constitución. decidimos ir a Madrid. En el Prado había cosas interesantes -como siempre, por otro lado- y además tenía ganas de conocer el edificio de Correos o Telecomunicaciones, actual palacio de Cibeles, por dentro. Esa mañana pensé que no tendría ganas de escribir, por eso imaginaba que llamaría a mi entrada -caso de que llegara a subirla- "Sin palabras". Madrid estaba precioso y razonaba yo que con una serie de fotos la cosa estaría clara, no necesitaría más explicaciones que las fotos de lo que era una visita al Prado y al edificio del antiguo Correos.




Los majestuosos árboles del paseo del Prado los tengo muy fotografiados, sobre todo en otoño, pero cada vez que paso, aprieto unas cuantas veces más el objetivo.

Primero, desayuno en el café Vertical. Lo pagas pero no tienes que solicitar otra de aceite para completar tu tostada.

Otra fachada que me resulta difícil no fotografiar: Caixa Forum


Y aquí van las exposiciones que visitamos: Metapintura, un viaje a la idea del arte

https://www.museodelprado.es/actualidad/exposicion/metapintura-un-viaje-a-la-idea-del-arte/1d0500f9-5f3c-4ad0-a345-5626e65fa702
http://elpais.com/especiales/2016/metapintura/

Ribera, maestro del dibujo:

https://www.museodelprado.es/actualidad/exposicion/ribera-maestro-del-dibujo/95bbebb5-ba5e-4949-b71a-85901df45abc
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/11/14/actualidad/1479125581_949168.html

y El arte de Clara Peeters:
https://www.museodelprado.es/actualidad/exposicion/el-arte-de-clara-peeters/e4628dea-9ffd-4632-85c9-449367e86959



La visita a la tercera, después de un descanso, fue más rápida.

Una de las cosas buenas de desplazarse a Madrid en tren es que luego sueles ir andando a los sitios, siempre que las distancias no sean muy largas, claro. Lloviznaba cuando llegábamos a Cibeles.





Los antiguos mostradores, que yo usé alguna vez, ahora albergan pantallas táctiles



Para quien no lo sepa, el antiguo edificio de Comunicaciones de Madrid, "Correos", de toda la vida, ha pasado desde hace unos años (2007) a ser sede del Ayuntamiento de Madrid. Con ese motivo lo remozaron dejando grandes dependencias para despachos del alcalde y concejales. Para acallar las críticas por el importantísimo dispendio que supuso, se decidió construir un espacio para la cultura, denominado CentroCentro y abrir al público para su visita todo el edificio y dar la oportunidad de apreciar las vistas desde su último piso. Quería visitar la terraza y el restaurante que un hostelero toledano, Adolfo, tiene allí.

El edificio se inauguró en 1919 y sus arquitectos fueron Antonio Palacios y Joaquín Otamendi. Afortunadamente se ha conservado bastante bien. Como no era día lectivo en Madrid, no pudimos hacer la visita, pero sí se podía subir a la terraza. El restaurante, con precios prohibitivos, ni lo pisamos. En la terraza, con excelentes vistas, la consumición mínima -obligatoria- era una copa de vino de la casa del hostelero: 6 euros. En la carta ofrecían tres tintos, pero dos de ellos no los tenían, así que... Lo sirvieron a la misma temperatura que si fuera blanco, una pena.

 Aunque el frío no era excesivo, optamos por tomar el aperitivo en el interior. Tanto dentro como fuera había música ambiental. Para mi gusto, el volumen que emitían los altavoces era demasiado alto; afortunadamente la selección musical era buena. Intentaré subir un vídeo para que lo comprobéis.









Habíamos pensado comer en un restaurante peruano, por Mostenses, acordándonos de Alberto que nos lo enseñó y que estaba en Lima precisamente. Tomamos un taxi en Alcalá con idea de ir a través de Gran Vía, aprovechando que estaba cortada a la circulación y sólo dejaban circular a taxis y autobuses. A la nueva corporación se le ha ocurrido cerrar dos vías en cada sentido y dejar sólo una por sentido para taxis y autobuses. El caos era total. Ya han pasado varios días ¿por qué no rectifican? A esa hora de la tarde (14 hs) los dos carriles de ida y de vuelta estaban vacíos, sin coches ni peatones, ya que apenas deambulaban algunos por las aceras y en cambio un atasco monumental en el único carril abierto por sentido. Después de 20 minutos sólo habíamos avanzado unos metros. Con mil disculpas para el taxista nos apeamos. Él lo comprendió perfectamente: el pobre echaba pestes de la medida que tenía que sufrir a diario.
Toda la Gran Vía vacía, incluidas las aceras a las dos de la tarde. A la derecha, por donde circulaba nuestro taxi, atasco y circulación parada o avanzando a paso de tortuga.

Después del tiempo perdido decidimos quedarnos por la zona. Anduvimos unos pasos y en seguida dimos con una taberna típica con buena pinta. Está en la calle Clavel y toda la fachada da a la Plaza de Pedro Zerolo, el concejal socialista -muerto joven de cáncer- que tanto luchó por el reconocimiento de los derechos de los homosexuales. Es el barrio de Chueca.


El Bar Cervecería tiene todo tipo de tapas y sobre todo sus mesas tienen muy buenas vistas. Los callos no eran espectaculares pero estaban ricos.


En la cerámica de Talavera, el mercado de la Cebada

La morcilla de Burgos era auténtica: riquísima

Han retirado el enlucido y la pintura que había sobre el granito: quedan los restos en las llagas

Plaza de Pedro Zerolo, con el lazo rojo. Foto hecha desde el interior

Una vez saciado el apetito, anduvimos en plan tranquilo hacia la estación para volver. Recordamos y fuimos a visitar algunos sitios que formaron parte de nuestras vidas en algún momento de nuestra estancia en Madrid.



Tomé esta foto con idea de volver. Me trae muchos recuerdos lo vietnamita y me encanta su comida. 





Ya de vuelta, pasamos a tomar café a un local del Paseo del Prado donde alguna vez hemos parado a desayunar. Es un sitio donde nunca se me ha ocurrido comer pero descubrí que el restaurante del piso de arriba tienen muy buenas vistas sobre el Prado.

Con ese nombre y ese lugar, hacen bien al decorarlo con reproducciones de pinturas del museo:



Y también con alguna que otra cutrería: observen el adorno navideño en la armadura

 A este mimo no le afectaba el frío, iba bien calentito.

Estación de Atocha, el invernadero, abajo los galápagos, que ya han crecido.



Y vuelta otra vez. Fin.

















7 comentarios:

  1. Todo lo que me recuerde Madrid, bienvenido sea Maluca. Gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues me alegro Esteban de recordarte tu época de estancias madrileñas

      Eliminar
  2. En el 68 me desplace a Madrid y afortunadamente en 48h encontre trabajo en una tienda de " Souvenirs" para sobrevivir sola en la cuidad. La encargada pronto descubrió que era mala vendedora, y es cuando se me asignaron multiples tareas fuera de la tienda, lo cual me encantaba porque estaba todo el día por las calles de Madrid-centro. Creo que a primera hora tenía que ir a por cambio en el Palacio de Cibeles(?) O me equivoco, y esta operación se hacia en otro edificio vecino, también emblemático: el Banco de España (?)donde tenía que guardar cola para volver con monedas a la tienda. Seguramente que me quitaras de la duda, si alguna vez en la planta baja, se podían hacer operaciones de efectivo tipo banco? Recuerdos confusos que necesitan un poco de rigor. Gracias.

    ResponderEliminar
  3. Claudie, siempre que paso por esa zona del paseo del Prado me acuerdo de ti y de la historia que me contaste de la tienda. Que yo recuerde a Correos íbamos -yo al menos- a hacer las cosas típicas: mandar algún paquete, recoger algún giro, algún certificado, etc., etc. Seguramente lo del cambio sería en la oficina del Banco de España, a la que nunca he entrado.

    ResponderEliminar
  4. Me alegro que me ayudes a ordenar mis recuerdos. En esta época, lo comentamos a menudo, teníamos otros pájaros en la cabeza, y los monumentos y calles pasaban en segundo plano por no decir desapercibidos!

    ResponderEliminar
  5. Después de las "migas" y del San Silvestre, he retrocedido para visitar Madrid en tu compañia y repasaar mis recuerdos de cuando viví y trabajé allí(Años 60).Precisamente comía en el entorno de Cibeles y tomaba luego un autobús para ir hasta Argüelles donde trabajaba por las tardes.
    Antonio Palacios, arquitecto, era gallego y tiene también original obra en Galcia, concretamente dos templos modernos, hechos con piedra de granito, uno en Panjón, cerca de Bayona,Vigo, y otro en Carballino, Ourense.
    Un abrazo.


    ResponderEliminar
  6. Gracias por la info sobre Antonio Palacios. Cuando escribí este post también estuve indagando un poco sobre este joven -entonces- arquitecto. Besos.

    ResponderEliminar