Estos
meses ando muy ocupada: se me ha ocurrido inscribirme dos días en clase de
pintura, uno en dibujo, otro en inglés… debo nadar al menos dos o tres veces por
semana… el cineclub no puede faltar y, para colmo, me he apuntado a un
taller literario donde, nada más empezar, nos han puesto de tarea una biografía.
No
sé cómo voy a salir de ésta, pero lo intentaré. A todo esto hace poco posé como
modelo, sí, como lo oís. Es verdad que era de lejos y de espaldas, ¡qué os creíais!
Ya sé que una ya no anda para otras cosas. Un amigo necesitaba una pareja de
personas mayores para una publicidad invitando a la gente a… bueno, no quiero
dar pistas. También he tenido la ocasión de repetir en la próxima de Cuerda “haciendo
bulto” pero no he querido (“otros”, tienen algún papelito más importante, también
sin más pistas).
Bueno,
pues, después de este inciso, retomo el principio: aunque estoy muy ocupada, el
viernes no tengo ninguna obligación fija y me dedico a hacer comiditas –si no
surge otra cosa más interesante-. Hoy he bajado temprano a buscar los avíos
para un cocido. Anoche ya eché los garbanzos en remojo. Tuve la idea al ver en
el frigorífico un trozo de calabaza que le había sobrado a Daniel de hacer un
pastel. En Andalucía, en algunos sitios, se le añade en esta época un trozo
grande al cocido tradicional.
Echando
los garbanzos en la olla, ya gordos e hinchados después de toda la noche en
agua, compruebo que no hay ningún “garbanzo negro”. Después de la sorpresa me
doy cuenta de que efectivamente las legumbres vienen ya expurgadas y limpísimas. Antiguamente
podías encontrar, además de varios garbanzos negros, una piedrecita, un grano de trigo o cualquier otra minucia,
pero ahora ya no. Entonces me ha asaltado una duda. Dentro de unas generaciones
¿se habrá perdido la expresión “ser un garbanzo negro”? Si ya no se encuentran
garbanzos negros ni en los paquetes ni a granel, ¿sabrá la gente joven –y la
mayor- que no esté directamente en contacto con este producto que existen los
garbanzos negros? ¿Sabrán qué significa ser el garbanzo negro de la familia,
p. ej.?
Claro
que siempre pueden acordarse de lo de la “oveja negra”, que es muy parecido y éstas
sí he observado que siguen proliferando en los rebaños. Por si acaso, aquí van
las definiciones:
El diccionario de María Moliner da para garbanzo negro: = oveja negra: persona cuya conducta se aleja
censurablemente de la de los suyos.
El de la Rae da directamente la de garbanzo negro: Persona que se distingue entre las de su clase o grupo
por sus malas condiciones morales o de carácter.
Me encantan los garbanzos, Maluca, pero hasta leerte no tenía idea que los hay negros. Nunca los he visto.
ResponderEliminarAbrazo austral.
Pues solo por eso, Esteban, ya vale la pena el post.
ResponderEliminarLa bio : Vas a elegir un personaje conocido o tú misma?
ResponderEliminarComo tengo poca imaginación, repetiré conmigo misma. Aprovecharé cosas que tengo de aquí y allá.
ResponderEliminarHace tiempo que no te leia. Besos
ResponderEliminarEs verdad Paloma, tengo esto del blog olvidado. Voy a ver si te encuentro y echo un vistazo a tus cosas. Besos.
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