Este último puente del Pilar, la gente ha salido en desbandada. La fiesta de octubre ha caído en jueves y muchos han aprovechado el tiempo veraniego que tenemos todavía. El 12 de octubre ha sido sucesivamente día de la Raza, día de la Hispanidad y actualmente es además nuestra fiesta nacional, con desfile militar en el paseo de la Castellana de Madrid y recepción real en el palacio del mismo nombre. Asimismo esta virgen es la patrona, además de Zaragoza, de la Guardia Civil, con lo que España se llena de desfiles y actos en cuarteles.
Los balcones de España se han ornado con banderas españolas, no por ser la fiesta nacional, que aquí no la sentimos mucho, quizá por los antecedentes, sino como respuesta al desatino catalán, del que mucha gente está hasta las narices.
Nosotros no hemos salido, nos hemos quedado aquí, en Toledo y uno de los días del gran puente decidimos ir al restaurante La Ermita. http://laermitarestaurante.com/
Los balcones de España se han ornado con banderas españolas, no por ser la fiesta nacional, que aquí no la sentimos mucho, quizá por los antecedentes, sino como respuesta al desatino catalán, del que mucha gente está hasta las narices.
Nosotros no hemos salido, nos hemos quedado aquí, en Toledo y uno de los días del gran puente decidimos ir al restaurante La Ermita. http://laermitarestaurante.com/
Hacía
bastante tiempo que no íbamos y quería saber cómo seguía. Los precios no te
permiten visitarlo con frecuencia.
Salimos
pronto para dar una vuelta a pie por el Valle, que es donde está ubicado. No
contábamos con que el sol pegaba de plano y los árboles no abundan. Por otro
lado, las aceras bullían de turistas nacionales y extranjeros y gente paseando o corriendo, “dando la vuelta al Valle”,
como dicen aquí -yo la primera-.
Optamos
por sentarnos en uno de los bancos con sombra frente al espectáculo de la
ciudad. Cada diez minutos llegaba un autobús atestado de turistas. Paraba, salían
los turistas, hacían fotos como posesos, volvían a subir al autobús y éste partía.
Cuando
llegó la hora, pasamos al restaurante. El lugar es privilegiado. Desde sus
amplísimos ventanales (un ángulo completo del comedor está acristalado) hay una vista
panorámica de la ciudad con el Tajo a los pies.
La
sala pues es muy agradable. Cuando llegamos apenas había un par de
parejas. Después fue entrando más gente pero en ningún momento se llenó. Merodeaban (nunca mejor dicho) dos camareros y la encargada, no sé si
dueña. Pedimos nada más llegar dos vinos manzanilla bien fríos y 25 minutos más tarde aún no teníamos en la mesa
el aperitivo que hubiera tenido que acompañarlos. Cuando
llegó resultó ser un vasito de sopa caliente de tomate, nada apropiado para la
temperatura de 32º que teníamos fuera, ni para el vino. Al pedir algo más apropiado –pagándolo,
por supuesto- nos dijeron: a nuestra propuesta de media ración de jamón, que no
servían medias raciones y a la petición de unas aceitunas, que su aperitivo era
el otro, el que ya nos habían servido. No salíamos de nuestro asombro pues en
ningún momento queríamos que nos regalaran nada. A todo esto ya eran las 15
horas y al poco llegaron los primeros, así que tomamos nota de la disposición
de la que parecía jefa de sala y empezamos a comer.
Yo había estado echando un vistazo a los comentarios que aparecen en su página y había algunos que ya me alertaron. Como uno de los primeros que íbamos a tomar era ceviche y alguien había denunciado que iba con aguacate y éste no estaba maduro sino duro y verde (peroto se dice en mi pueblo, de forma muy práctica, pero no aparece en el diccionario), se lo advertimos al camarero que parecía el encargado pues es quien nos tomaba la comanda. ¡¡Intentó explicarnos qué era un aguacate y que éstos eran verdes!!
Posiblemente Maluca, ustedes no lo aprecien debidamente, pero siendo Toledo una ciudad tan llena de historia y matices de toda índole, tras haber estado tres veces en ella (aunque hace mucho tiempo), pienso que es un privilegio poder vivir allí.
ResponderEliminarUn beso austral.
No es oro todo lo que reluce, decimos por aquí y seguro que por ahí. Desde el punto de vista monumental, es verdad que es una bella ciudad.
ResponderEliminarEstos días, aquí, como en toda España estamos todos desasosegados con el asunto catalán. Besos
Restaurante caro/barato.
ResponderEliminarComo vivo en el casco antiguo de Toledo, me resulta exactamente lo contrario. Es lógico que teniendo que comer una familia que viene de fuera para visitar Toledo, se pueda comer por 7,50€/persona (Ejemplo: Restaurante Las Cuevas-Palacios en mi zona, Plaza San Vicente). Y cada vez más, los Toledanos nos vemos obligados a salir de la zona turística para cenar algo distinto de lo que comiéramos en casa.
Tenemos todos los inconvenientes de ser una ciudad muy turística, el primero la carestía. Seguramente también tendremos ventajas pero en principio no las aprecio.
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