Viajamos remontando el Danubio hacia el norte durante toda la noche y parte de la mañana. Después de comer, desembarcamos para visitar Linz, ciudad del norte de Austria de algo menos de 200.000 habitantes.
Esta es la foto oficial, la de los folletos; abajo, la mía. Como podéis apreciar, la diferencia es grande. |
Había viaje organizado para visitar Mathausen. Nosotros, como siempre, preferimos tomar un taxi para recorrer los 20 kilómetros que separan el antiguo campo de concentración (o exterminio) de la ciudad de Linz. La conductora austriaca, una rubicunda "potente", simpática y habladora no nos dejó muy claro (o nosotros no entendimos) que el precio que nos dio no incluía la vuelta, que tuvimos que pagar aparte.
Nos dejó en el campo y cuando la llamamos, volvió a recogernos.
¿Qué decir de la visita al campo? Estuve todo el tiempo con el ánimo sobrecogido. En ningún momento puedes pensar en otra cosa que no sea en el sufrimiento de los que allí estuvieron. También, por extensión, de la injusticia que supone que unos hombres dispongan a su antojo de la vida de otros, quitándosela o infligiéndoles terribles penalidades.
Alegoría al candelabro de siete brazos. En este caso, uno por cada país que intervino en la reconstrucción del campo. España, por supuesto, ausente. |
Nave dormitorio |
Horno |
Mathausen es conocido como el campo de los españoles. Hubo más de 7000 presos de los que 5000 perdieron la vida, debido a las tremendas condiciones de vida, con trabajos forzados en terribles jornadas.
Esos españoles fueron capturados por los alemanes entre 1940-45. Eran republicanos que habían huido de España cuando ganó el fascismo del general golpista y se habían enrolado en el ejército francés para luchar contra el nazismo. Uno de esos españoles que se pudo salvar fue mi tío Manolo, aunque le quedaron secuelas toda su vida y yo no pude por menos de tenerlo presente durante todo el recorrido.
El resto de la tarde nos dedicamos a recorrer Linz. Aquí abajo fotos de la nueva catedral de Linz, terminada a finales del XIX y dedicada a la Inmaculada Concepción. Son famosos sus vitrales.
No sé si podréis ver el vídeo. En el interior del templo se estaba celebrando una boda de gente de algún país centroafricano. Las mujeres lucían todas unos grandes y coloridos turbantes en la cabeza.
Después de un largo recorrido nos sentamos en una cafetería famosa y recomendada. Era el café Traxlmayr de la calle Promenade, pleno centro de Linz. En el café organizan todo tipo de actividades culturales, quizá por eso el público era un poco especial.
El tiempo era estupendo y nos sentamos fuera en la terraza, pero no podía dejar de fotografiar el interior.
Regresamos andando al barco. Los escaparates lucían todos ya prendas de invierno, pero el caluroso final de verano y comienzo de otoño que teníamos en España también se dejaba notar allí. Como no hablo alemán, no puedo saber si ellos también habían inventado la nueva palabra de moda en España para esta situación: "veraño". Confieso que no la he utilizado nunca, ni creo que lo haga.
Hola Maluca:
ResponderEliminarYa había hecho un comentario, pero no aparece. Como siempre es una gran descripción de tu viaje, gráfico y vívido.
Pues efectivamente no había visto ninguno antes Esteban, pero ya te he dicho por ahí que creo que has tenido problemas con tu blog. Gracias.
EliminarEsteban estoy pensando que quizá tu comentario lo hiciste en mi siguiente post, el de Passau. Me extrañó que hablaras del del bigote allí, cuando lo indicado era hacerlo aquí ¿Me equivoco?
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