Mi osadía llega cada vez más lejos: ahora me atrevo a traducir.
Hace algún tiempo, mi amiga Claudie (otra vez ella) me prestó un libro: La conversation amoureuse, de Alice Ferney. No sé si está editado en español, en todo caso, ella me dejó la edición francesa que había leído.
En muchas ocasiones hemos hablado de cómo traduciríamos según qué términos. Ella se pregunta cómo se traducirían en español determinadas palabras. A veces, cuando lee algo en francés traducido de otras lenguas, lo mira en español para ver similitudes; nos gusta comentar estas cosas, comparar. Hemos hablado muchas veces de poesía, de la dificultad de su traducción y de cómo se vertirían al francés determinadas expresiones. Recuerdo alguna cosa de Benedetti y de otros autores. Incluso me he atrevido a poner en francés algunas frases o en español, dependiendo del idioma al que queríamos verterlo.
Yo leo francés con facilidad, pero, en este libro, cada dos o tres páginas (a veces varias en una sola) encuentro alguna palabra que debería mirar en el diccionario, mas, bien por vaguería, bien porque me hago una idea por el contexto, al final me quedo sin consultarla. No siempre los tengo a mano (ni a ella ni al diccionario).
Por eso, de pronto, me han entrado ganas de traducir algún párrafo de esta novela, de gran éxito en Francia. No la he terminado todavía, pero la autora, ya desde el principio, demuestra un gran conocimiento de las diferentes sensibilidades hombre-mujer y aquí, en esto libro, lo demuestra.
He tomado para traducir un pequeño párrafo al tuntún. Se trata de la primera cita entre una pareja.
Habían encontrado pues ese sitio para cenar y hacerlo de forma que nadie oyera lo que se dirían, incluso ignorando todavía hasta dónde irían las palabras, porque conocían mejor su deseo que su audacia. Estaban sentados cara a cara en torno a una mesa redonda prevista para dos comensales. El diámetro era tan pequeño que sus rodillas podían tocarse bajo la mesa. No se tocaban. Todo malestar había desaparecido. Por lo menos el que causa, al principio, la extrañeza de una situación cuya razón de ser es inconfesable. Ellos se habían acostumbrado a lo que no ocurre muy a menudo: estar muy cerca de alguien físicamente sin ser familiar suyo, compartir una comida sin mostrarse capaces de enunciar el motivo de esta relación. No eran amigos. Precisamente amigos no lo serían nunca. ¿Tenían que llevar a cabo algún trabajo? De ninguna manera. ¿Iban a hacer negocios? En absoluto. ¿Por qué estaban sentados conociéndose y riéndose? No había ninguna explicación legítima. No había nada más que la fuerza de la atracción. Además se podía percibir: en los rostros, el interés traicionaba la intención. Sin que hubieran dicho ninguna palabra, estaban convencidos sin embargo de esto: se gustaban. Y ahora era el momento de la transparencia, de un conocimiento común: los ocupaba un encuentro total.
Pues si, traducir siempre es una ousadia, no obstante las expreciones sean muy importantes, muchas veces tenemos que intentar descubrir el contexto. Cuando solamente te preocupas con la traducción, olvidando el contexto, se pierde él sabor original...
ResponderEliminarTe voy dar un ejemplo:
Hay una canción de Chico Buarque que dice: "VOCÊ NÃO GOSTA DE MIM, MAS SUA FILHA GOSTA"
La traducción es muy fácil, algo asi: TÚ NO ME QUIERES, PERO TÚ HIJA ME QUIERE....
Él contexto es una época de reprensión, él "TÚ" de la frase, nada más es que los militares...
Yo siempre me pierdo con las traducciones, que intento hacer, jejejejeje
"Sigue escribiendo, pues tenemos mucho qué aprender conmtigo"
Saludos
Carlos Gimenez Coleto
No haber leído el libro no impide reflexionar sobre ciertas frases de "La conversation amoureuse de Alice Ferney.
ResponderEliminarPor ejemplo esta:
"On perd le droit de parler des autres quand on se met à les connaître intimement.»
[ Alice Ferney ] - La Conversation amoureuse
Traducción:
"Se pierde el derecho de hablar de los demás, al empezar a conocerles intimamente"
Bonita invitación al aprendisaje de la discreción y del compromiso en este mundo que quisiera vulnerar nuestro derecho a la privacidad.